Las Cortes de Cádiz decretan la libertad de imprenta
Tras la aprobación de la libertad de imprenta por las Cortes de Cádiz, repasamos los primeros pasos del periodismo y de la imprenta
Irene Gómez Díaz
Cádiz, 11 de noviembre de 1810
El 10 de noviembre de 1810, las Cortes de Cádiz han decretado la libertad de imprenta. La imprenta y la difusión de conocimiento y/o información pasa a concebirse como un derecho del pueblo y no como un privilegio de las altas esferas de poder como la monarquía. En ese periodo de mayor libertad se espera la "diarrea de imprenta", con multitud de periódicos en circulación.
Repasamos los últimos siglos de esta práctica con sus antecedentes y sus anclajes al poder.
En el siglo XVI, la población europea no estaba alfabetizada, a excepción de las altas esferas de la sociedad estamental, como el clero o la nobleza. Para hacer crecer el negocio de la imprenta, las editoriales impulsaron un nuevo género: los avisos. Eran hojas que recogían información útil para los negocios y la política. Se distribuían en grandes ciudades comerciales y en especial en aquellas que tenían grandes puertos como Barcelona o Sevilla en España. Los avisos están considerados como las primeras prácticas primitivas del periodismo. No se elaboraban con periodicidad pero trataban de asuntos de interés para la opinión pública.
Tras los avisos llegaron las relaciones o relatos. Las relaciones eran textos impresos que se ocupaban de recoger de forma noticiosa sucesos excepcionales que ocurrían en Europa Occidental. Son considerados otro precursor del periodismo actual pero, como ya ocurría con los avisos, no tenían periodicidad.
A finales del siglo XVI y principios del XVII una mente brillante sugirió que las relaciones se convirtieran en un nuevo negocio con una periodicidad y con ingresos constantes. Con ello aparecen las gacetas ("gazzetta" en italiano), con aparición semanal. Las primeras gacetas con modelo de gran negocio aparecen en Venecia. La ciudad de los canales era el mayor puerto del Mediterráneo. Ese detalle hizo que su imprenta se postulara como la más relevante de Europa, imprimiendo libros para todo el mundo. A mediados del siglo XVI, la inquisición romana y su afán por perseguir el protestantismo cerraron todas las empresas que se dedicaban a la imprenta, considerado un arma letal contra el cristianismo convencional. Venecia perdió así su hegemonía sobre el negocio de la imprenta.
![](https://static.wixstatic.com/media/f31389_8eea654aaa8e47c596add3ec6c829820~mv2.jpg/v1/fill/w_620,h_465,al_c,q_80,enc_avif,quality_auto/f31389_8eea654aaa8e47c596add3ec6c829820~mv2.jpg)
Página de la Gazzetta Uffiziale di Venezia
Durante el siglo XVII se puede observar que los periódicos circulan en toda Europa Occidental. A finales de este siglo, las Guerras de religión terminan (1524 -1697) y Europa queda dividida en dos partes: católicos y protestantes. Queda fracturada de manera cultural, política y religiosa. Al perder Venecia la capital periodística, Ámsterdam toma su relevo y se convierte en la epicentro mundial de la imprenta. La burguesía holandesa se hace con el control de este poderoso negocio mientras que la república hereditaria del país vive su "siglo dorado".
En 1631 nace la Gazette de France. Esta publicación está considerada el primer periódico de estado y serviría como modelo para otras grandes ciudades. Luis XIII propuso esta iniciativa y autorizó a Théophraste Renaudot (editor de la Gazzete de France) a crear la gaceta. Recogió todo lo que importaba a Francia bajo el control de la monarquía.
30 años más tarde aparece la Gaceta de Madrid (1661) bajo la inspiración de la Gaceta de Francia. Mientras que en las páginas de Francia se enaltecía su monarquía absoluta, en las de Madrid se recogía el pésimo momento que atravesaba la monarquía española con la casa de Austria.
En Francia se desarrollan otros tipos de periódicos alejados del periódico de estado como por ejemplo Journal des savants (1665), especializado en noticias sociales, culturales y literarias y donde se podían leer crónicas de los intelectuales tanto de ciencias y como de letras. Otro ejemplo es Le Mercure Galant, considerado prensa rosa con historias de la sociedad francesa de los tiempos. En España no fue posible crear las diferentes secciones que poseían las gacetas francesas por la crisis que se vivía.
![](https://static.wixstatic.com/media/f31389_18979d284238429a918481ec6ff1daf2~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_1613,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/f31389_18979d284238429a918481ec6ff1daf2~mv2.jpg)
Portada de Journal des savants
La monarquía hispánica del siglo XVII no era buen escenario para desarrollar este negocio. Carlos II fallece sin sucesión y se inicia la Guerra de sucesión. El modelo francés centralista (alta nobleza y alto clero) apoya al candidato Felipe de Anjou (casa de Borbón), mientras que el sistema confederal de los Austrias (Inglaterra y Holanda) se convierte en el apoyo de Carlos de Austria. El 11 de septiembre de 1714, Felipe V se alza con la victoria del conflicto que duró 15 años. España se situó en la órbita cultural y política de Francia desde el siglo XVIII hasta 1939. Adoptó su modelo de estado centralista y Madrid pasó a ser la capital del país y el centro de la monarquía absoluta. La Gaceta de Madrid se convierte en el periódico de la misma y crean otros periódicos de otra línea como El Mercurio de España (crónica social de la Corte) y El Diario de Avisos (con tono más comercial) entre otros elementos culturales como la RAE, museos…
En la segunda mitad del siglo XVIII, durante el reinado de Carlos III (1759-1788), se inicia el periodo de la Ilustración española, más conocido como despotismo ilustrado. El progreso llegó de la cultura, de las ciencias y de las letras. Este monarca apoyó a dos periódicos para difundir sus ideas ilustradas de progreso a través de la educación: El Pensador (1762) y El Censor (1781).
A finales del siglo XVIII, el clima europeo es plenamente revolucionario. La Revolución industrial en Reino Unido (1760) trae consigo el auge de la máquina de vapor, el carbón y liberalismo económico de Adam Smith y Hume. En 1789 se pone fin de la monarquía absoluta por medio de la Revolución francesa. El 14 de julio, el pueblo de París asalta la Bastilla. Esta toma se convertiría en el símbolo de la caída del Antiguo Régimen. Ante este suceso, Carlos IV y Floridablanca establecen un cordón sanitario conocido como Pánico de Floridablanca. El cierre de fronteras y de imprentas era esencial para evitar la dispersión de las ideas revolucionarias que habían acabado con la monarquía en Francia y que podían acabar con ellos en España.
El fin de la monarquía absoluta española llega en 1808 por la invasión de Napoleón Bonaparte. La burguesía ocupó el poder que previamente poseía la aristocracia y el clero. El 2 de mayo de ese mismo año, Andrés Torrejón declaró la Guerra de Independencia a Francia. En ese clima de crispación nace Semanario Patriótico español a manos de Quintana y se publica en Madrid, Sevilla y Cádiz. Era el primer gran seminario político donde se expresaba la burguesía liberal española.
![](https://static.wixstatic.com/media/f31389_507aac8572e74b21ac1808331bbad3c2~mv2.jpg/v1/fill/w_184,h_274,al_c,q_80,enc_avif,quality_auto/f31389_507aac8572e74b21ac1808331bbad3c2~mv2.jpg)
Primer número publicado de Seminario Patriótico español el jueves 1 de septiembre de 1808
Con el decreto de la libertad de imprenta podemos observar cómo a lo largo de estos siglos se han sucedido cambios y modificaciones no solo en la libertad de la imprenta y del periodismo sino en la concepción de la sociedad sobre las noticias. La información pasa de ser algo irrelevante o no tan necesario, a considerarse un derecho de los ciudadanos. Y un derecho se ejerce desde la libertad.
Comments