Larra, el primer periodista español y emblema del Romanticismo
Repasamos la figura de Mariano José de Larra, considerado el primer periodista español de la historia
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Retrato de Mariano José de Larra
Mariano José de Larra nacido en Madrid, día 24 de Marzo de 1809 fue escritor, periodista y político español. Falleció con tan solo 27 años debido a que él mismo se quitó la vida y pese a su temprano fallecimiento, el trabajo que realizó en sus años de vida sigue a día de hoy siendo todo un referente. Perteneciente a la corriente del Romanticismo, fue impulsor del género ensayístico y es considerado como el mejor periodista de su época. Era un hombre culto y progresista que miraba hacia la Europa vecina en una España tradicional.
Tiene una fuerte influencia en la Ilustración española y sus planteamientos tuvieron especial repercusión en la posterior generación del 98, hasta el punto que se le considera el antecesor de otra gran figura de la literatura española como es Antonio Machado. Tenía una especial forma de plasmar sus ideas que lo convierten en todo un referente a la hora de plasmar las ideas de forma irónica y original.
Para entender la influencia de Larra es importante situarlo en el contexto nacional del momento. Una España sumergida en el caos tras la primera de las guerras carlistas, con una fuerte corriente antimonárquica y una gran inestabilidad política. Así, se ve obligado a enfrentarse a una sociedad sin capacidad ni ganas de juzgar ni tener pensamiento crítico. Criticaba el exceso de patriotismo pero no por ello dejaba de confiar en que su nación alcanzase la modernización y el progreso y de que ella surgieran grandes pensadores y escritores.
Fiel a la corriente romántica que busca influir en la libertad individual y en la sinceridad escondida tras los años de represión, Larra acarrea un fuerte espíritu crítico. Hasta tal punto que se vio obligado a salir de España tras problemas y amenazas de muerte, además de por no poder lidiar con la fuerte censura que imperaba en España. Él trataba de ser un periodista con la mayor veracidad posible, lo que implicaba destapar realidades y atacar a personajes importantes. Sus artículos de costumbres incluían una crítica social y política, una sátira a la vida ciudadana y cualquier tema o historia que surgiera. Escribió en hojas propias y en periódicos bajo diversos seudónimos, aunque el definitivo fuese el de “Fígaro” (que es el que utiliza en la obra “Vuelva usted mañana”). Larra llevaba pues la libertad de prensa por bandera. Defendía la importancia de esa libertad y lo necesaria que es para lograr el progreso. Es una de las características que hace que a día de hoy Larra continúe teniendo una gran influencia. Referente de cualquier periodista, fue uno de los mayores que escribió sobre lo que verdaderamente preocupaba a los intelectuales del momento y defendió en todo momento la dignidad de la profesión y insistió la necesidad de que hubiese libertad de expresión.
Tras rodearse de los autores más prestigiosos de aquel momento, regresa a España entendiendo la literatura como algo universal. Comienza a escribir con mayor profundidad y sus escritos se caracterizan por su sinceridad y a su vez tristeza por el desamor que tanto daño le causó. Sin embargo, no lo hace de un modo sentimental propio del romanticismo, sino desde una perspectiva más extrema y más cercana al racionalismo.
"Vuelva usted mañana", uno de los artículos costumbristas más famosos de Larra
El artículo de “Vuelva usted mañana” Larra posee rasgos irónicos. Con una anécdota, de la que es protagonista y narrador, trata de mostrarnos una sociedad española perezosa, sin ganas de trabajar y amante de todas las cosas, menos de los deberes.
El protagonista es un francés, Monsieur Sans-délai, que viaja a Madrid para resolver unos asuntos que requieren personal administrativo para solucionarlo. Mientras que el extranjero pretende resolver todo en 15 días, Larra le advierte de que no todo funciona como en su país y que puede quedarse varios meses hasta tener solucionado lo que desea. Poco a poco, lo que Larra había advertido a su nuevo amigo se va cumpliendo y es que todos los personajes que Sans-délai necesita para arreglar sus proyectos solo saben decirle “Vuelva usted mañana”, acompañado de alguna excusa mala.
Podemos destacar como Larra critica a la administración española y alaba, en cierto modo, a la sociedad francesa (“Sabed que no estáis en vuestro país activo y trabajador”). En este rasgo podemos establecer una relación entre Monsieur Sans-délai y el autor, siendo todo el ensayo un espejo de la vida del segundo. Además, el francés critica la manera denigrante en la que Larra habla de su propio país (“¡Oh!, los españoles que han viajado por el extranjero han adquirido la costumbre de hablar mal siempre de su país por hacerse superiores a sus compatriotas”). Larra escribiría cuatro meses más tarde su ensayo En este país (abril de 1883) haciendo hincapié en el poco valor que los mismos españoles le daban a su patria.
Este artículo podría reflejar a la perfección a la burocracia en la actualidad: lenta y vaga, sin ningún ánimo de facilitar o agilizar las cosas. En dos siglos, todo permanece tal y como Larra relata en su artículo.
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